Aquí estamos, que poca cosa no es.
Te doy la bienvenida a este pequeño solar donde las palabras crecen lentamente bajo la luz y el oscuro resplandor. Aquí encontrarás lo que me mueve y conmueve, lo que emerge de la contemplación y de los paseos bajo el sol. Una nueva fase tratando de continuar el camino antes trazado. Una nueva casa que toma su nombre del verso-mantra bajo el sol en los cantos que componen el libro de poemas La luz impronunciable, del mexicano Ernesto Kavi, del que escojo este:
bajo el sol
todo fue dicho
el fin es un principio
Sirvan estos versos para inaugurarnos.
Las entregas serán irregulares porque no quiero convertir la escritura que llega a este espacio en algo que hacer por que sí, en una tarea pendiente a tachar entre otras tantas cosas.
Gracias por llegar hasta aquí, donde esperamos seguir.