Apuntes como cuentagotas III
Leo Las indómitas de Elena Poniatowska.
Escribe sobre Jesusa Palancares, soldadera mexicana emancipada :
«Nunca le pidió nada a nadie; nunca supo lo que era la compasión para sí misma».
La RAE define la compasión como un sentimiento de pena, de ternura y de identificación ante los males de alguien
A menudo se confunde con lástima.
Estamos condicionados socialmente a confundirla con lástima.
No, no se trata de eso.
Es empatía. La lástima no crea empatía, solo superioridad
La compasión es sencillamente empatía.
Compasión en tiempos de pandemia, en tiempos de guerra, en todos los tiempos.
Identificación. Humanidad
Identificar mi yo con el del otro. Salir de mí y entrar en el otro
Ese otro que soy irremediablemente yo. Amor universal.
Claudia Masin, poeta argentina, dice:
"(...) sin la capacidad humana de la compasión, no existen posibilidades de escritura poética."
Chantal Maillard, en La compasión difícil, nos sumerge en un mundo de diálogos, pensamiento, muerte y redención.
Nos interpela, "¿cómo compadecer, considerando el crimen? ¿Y cómo no compadecer, considerando el hambre?"
El hambre que nos condena y hace que todo lo devoremos, incluso a nosotros mismos.
Esencialmente a nosotros mismos.
Esa compasión que permitirá salvarnos de nuestra voracidad.
Compasión para nosotros mismos
La compasión que nace de pequeños gestos arropados de ternura
La mano-caricia de mi hijo en su inocencia y su ternura
La compasión y la mano de mi hijo para hacer este mundo un poco más soportable.
La poesía, para hacernos un poco más humanos.
Tatuarse la ternura en las entrañas; tatuarse poemas de Joan Margarit en los ojos:
“La vida se alimenta / de días generosos. De dar y proteger. Si se ha podido dar / la muerte es otra”.
Escribir y ser en lo híbrido, seguir el hilo del pensamiento con la esperanza de hallar luz. Gracias por estar.