Apuntes como cuentagotas II
Retomo apuntes de la época pandémica:
Estos días diáfanos aunque llenos de extrañeza y turbulencia. El paso del tiempo es una quimera que adolecemos y, a la vez, nos da esperanza.
Entre cielos límpidos y brotes en flor, M. está conmigo. La espera, la culpa, siempre me encuentran cuando no estoy con él
El renacimiento. Antes de todo esto estuvimos dos semanas juntos.
En Canarias, al mar. Amor maternal, insular.
Sin confinamientos, sin histerias colectivas. Saboreando la plenitud de la libertad.
Fue hermoso. El mar. Él. La luz atravesándonos, quemándonos la piel.
Escucho a Paola Navarrete y su voz me lleva de vuelta al mar.
Releer a Roberto Burgos Cantor: «La memoria crece, extiende ramas, establece la continuidad entre el presente desamparado y un tiempo,(…) que lo precede».
Estos días son solo memoria. Dice García Márquez: "La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado."
Y el presente, agregaría yo.
Nuestro presente es una gota que desaparece en el mar.
Sueño constantemente con el Caribe, con sus aguas que me lavan, me fortalecen, me devuelven a mí.
Pienso en la palabra futuro.
Nuestro futuro no es ya nuestro. Nunca lo ha sido, a decir verdad.
Releer la memoria de mi infancia y encontrar el mar. Verlo todo, sentirlo todo a través de su bramido.
Recitar a Mallarmé: «Hay pájaros que están borrachos por vivir / entre la espuma desconocida y los cielos.» Emborracharme de paz y calma, por fin.
Seguir sintiéndolas para la supervivencia. Así sea a plazos cortos.
Después de esto, volver al mar. Siempre al mar.
Sin plazos. Amar en libertad.
Sea este el inicio de la escritura como instrumento y no como corset impuesto; escribir sin tapujos, seguir el camino del pensamiento y llegar a la luz. Gracias por estar y permanecer.